Recapitulando sobre el NO.

El NO de Santiago Sierra a recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas ha hecho correr rios de tinta. A favor y en contra.
Lo curioso es que mientras desde ámbitos ajenos al arte contemporáneo se ha leido este NO como una declaración política en la que mucha gente se ha querido ver representada, y no hay más que acudir a sitios de contrainformación para corroborarlo (Rebelión, Diagonal, Kaos en la Red, etc, etc. ), desde el mundo del arte ha habido reacciones bien abiertamente neoliberales (José Pérez Guerra de la revista El Punto de la Artes), o bien que se han lanzado a un abismo interpretacional donde cada palabra de la carta de renuncia ha sido escrutada y exprimida intentando buscar incoherencias, contradicciones, dobles intenciones, y demás.


El artista Iñaki Larrimbe, por ejemplo, en su empeño de desmontar el NO ha llegado a afirmar que: «que si un artista quiere entera libertad, lo que tiene que hacer es no vivir del arte«, cayendo en un cliché bohemio-romántico de la peor estirpe.
Mientras que desde el ámbito más político se ha leido este gesto como lo que es, un rechazo a un Premio Nacional, parece que desde una parte del ámbito del arte se ha entendido solo como acción artística (como Daniel Cerrejon planteaba en Salon Kritik), dando lugar a que la discusión se planteara en torno a la trayectoria de Sierra, sustrayendo la posibilidad de un debate crítico sobre los mecanismos de visibilización y reconocimiento propios del arte contemporáneo.
En un reciente articulo en A-desk, Martí Manen propone «no olvidar la situación: No aceptar un premio», intentando reconducir la discusión:
El estado son ustedes y sus amigos
a partir de la negación de Santiago Sierra al Premio Nacional de las Artes
MARTÍ MANEN
La obra de Santiago Sierra podría ser definida como un espejo de la realidad, como un boomerang que golpea con nada más que aquello que nos rodea habitualmente. Las respuestas airadas a su trabajo -y a su persona- podrían extrapolarse al funcionamiento del sistema, pero en pocas ocasiones se genera este cambio de óptica. Lo simple y lo complejo en el trabajo de Sierra se encuentra en la realidad, y aparece cierta dificultad de apreciación cuando es desde el arte que se realiza una la lectura de contexto en bruto. Si fuera cine no pasaría nada, no habría problema, se pagaría igual, costaría mucho más de producir y no se exigiría lo mismo.
La coherencia y la incoherencia es el pan de cada día, con un sistema político y económico global que quiso eliminar al final de la segunda guerra mundial la posibilidad de evolución. El control económico y político, sea a nivel personal o de estados, es de algún modo absoluto y la máquina es capaz de eliminar cualquier brote que se aleje de lo preestablecido. También «las malas hierbas» tienen una fantástica capacidad para eliminarse las unas a las otras. A Santiago Sierra se le exige una coherencia absoluta cuando, al mismo tiempo, la incoherencia reina. Santiago Sierra escandaliza al contratar miserablemente a personas para su trabajo, pero nuestras prendas de ropa, nuestros muebles y nuestra tecnología se fabrican básicamente desde la misma miseria. Santiago Sierra escandaliza cuando cierra el pabellón español de la Bienal de Venecia a todo aquél que no tenga un DNI. Pero las leyes de inmigración siguen, Sarkozy puede expulsar a los rumanos saltándose los derechos humanos sin ruborizarse y los partidos políticos juegan descaradamente a crear miedo y a buscar un enemigo en la inmigración. Santiago Sierra señala, enfoca, ilumina momentos y situaciones que están constantemente frente a nuestros ojos y lo que duele es que todo pinta más que mal y que, además, el gesto es simple; minimal. Algo así como varios Donald Judd cargados de mala leche por todo lo que nos rodea. Y además lo vende y es arte contemporáneo. Sierra es también un producto en un mercado de élite, el mercado del arte, pero se trata de un producto que no ofrece felicidad, que juega desde dentro y busca las fisuras y se regodea con ellas. Con Santiago Sierra no hay negociación, con lo que es lógico que en su carta de renuncia al premio aparezca una palabra como libertad. Leemos «libertad» y casi duele, como si fuera una palabra de mal escribir.
Pero estamos hablando de arte y desde el arte. Estamos hablando de un gesto frente a un premio. Estamos hablando de una carrera artística. Estamos hablando de un mercado y de una red institucional pública y privada. Estamos hablando de algo que tiene muchísima visibilidad y que es una carta; en el tiempo de la imagen saltan las chispas frente a unas pocas palabras. Unas palabras que vienen de un sistema que se autodomestica y que lleva tiempo pensando que saca rendimiento al comportarse bien. No es así, el arte contemporáneo es muy barato como lugar en el que tener visibilidad. En España se abrieron centros de arte sin ningún tipo de planificación lógica y no dijimos que no. En muchos casos el objetivo no era artístico sino transparentemente político o turístico y pasamos página.
Llegó la crisis y el contexto del arte se convirtió en un lugar a ocupar. Políticamente, para buscar páginas fáciles en los periódicos y para colocar a todo ese personal amigo que tienen en los ministerios antes de que sea demasiado tarde, que las elecciones están cada día más cerca. La situación política es básicamente demencial, el trabajo en arte y cultura es áun más difícil por el motivo de que los ritmos los marcan las citas electorales, los cambios en los gobiernos, las batallas internas en los partidos, las carreras políticas personales, los regalos varios y otros elementos que no tienen nada que ver con el arte. El sistema «arte» ha dejado que el ritmo venga marcado, ha permitido la ignorancia de aquellos que deciden y ha dejado que los grupúsculos de pensamiento rancio que existen en determinados círculos de poder mediático-político siguieran con sus ataques pueriles sin que nadie dijera que ya está bien. Al mismo tiempo, la clase política (podemos hablar de «clase política» al generarse la distancia actual entre política y realidad. «El estado son ustedes y sus amigos» que dice Santiago Sierra.) ha demostrado el poco interés en trabajar realmente para el arte. En general su desconocimiento sobre el tema es amplio y ya les va bien que sea algo eliminable.
Seguramente decir «no» es poco. Es una respuesta inmediata, es algo básico, bruto, visceral. Seguramente sería más interesante tener la capacidad de reformularlo todo, de tomar ese estado que «son ustedes y sus amigos» y que debería ser de todos. Decir «no» también puede llevar a no entrar, a no repensar, a no tener la capacidad de buscar otras vías. Pero, de nuevo, la situación es un «no» a un premio. Y de momento no hay respuesta a ese «no», demostrándose otra vez esa incapacidad y la falta de voluntad por la parte política de mantener un diálogo duro aunque se lo pongan muy fácil.

52 responses to “Recapitulando sobre el NO.

  1. Por alusiones…
    Reconozco que hay obras de Sierra que me gustan. Pero sigue siendo un artista que defiende en su trabajo el concepto de autoría, del arte visto como una profesión, un «trabajo», etc. Y no creo que Sierra supere ese techo. No creo que salte sobre su propia sombra. Lo que ha pasado ahora es producto de esas mismas contradicciones.
    Si por defender esa postura caigo en «un cliché bohemio-romántico de la peor estirpe», pues… lo siento pero me hace gracia esto que se dice de lo que yo he dicho. Lo añadiré a mi «curriculum» de «artista».

  2. «En España se abrieron centros de arte sin ningún tipo de planificación lógica y no dijimos que no. En muchos casos el objetivo no era artístico sino transparentemente político o turístico y pasamos página».
    Lo que creo que aquí le falta comentar es, de que se han llenado estos centros, y con dinero de todos.
    Lo que aquí en estos debates se debería plantear realmente, es : ¿que función tiene todo este «arte» ?
    Cada uno es libre, ya que estamos en una sociedad de libre mercado, el utilizar una u otra estrategia para promocionarse.
    Lo que habría que exigirle a la clase política, es que que no malgaste el dinero de todos en objetos de especulación, enriqueciendo a toda una serie de artistas y galerías, obteniendo a cambio, no se qué, exactamente.
    Para mí este tipo de «arte», como dije anteriormente , es pura especulación donde se busca como único fin el escándalo fácil.
    Yo recuerdo de estudiante, en una clase de Hª del Arte, en el comentario del famoso urinario de Duchamp , se concluía , que la intención de este al presentar dicho objeto, tenía como intención mofarse del jurado, ya que al descubrir su autoría quedaron perplejos´, ya que se habían reído de la obra de un afamado autor de la época.
    Esto sigue ocurriendo, pero como los estamentos y demás, ya aprendieron la lección, para no quedar otra vez en ridículo, siguen llamándolo arte, y subvencionando o encargando, que al fin y al cabo es lo mismo, el dinero sale del mismo sitio, del bolsillo de los contribuyentes, de ahí la ligereza de los administradores en gastarlo.
    Dentro de este entramado, me podría extender mucho más, pero ni sé, (ya que la escritura no es mi fuerte) ni quiero, ahora bien, si un estado quiere que el amor a la cultura se establezca como cosa rutinaria, no es este el camino, sino, fíjense en el producto creado por una editora de obra gráfica que todos conocen, donde lo único que se incentivaba, era la mera especulación, donde los compradores, ni siquiera se llevaban la obra a casa para no estropearla y así poder recuperar integro, el beneficio prometido, y díganme ustedes en que acabó.

  3. «CLICHÉ DE ARTISTA ROMÁNTICO DE LA PEOR ESTIRPE» es ir de artista maldito, como va Santiago, eso sí que es romántico. Defender que la cultura sea libre y no exista plusvalía con dicha labor no entiendo que tiene de romántico… este blog debería llamarse contradicciones. Más pancartas, por favor!

  4. En cualquier caso uno de los miembros del jurado es el que comisaría su próxima exposición. Otro es el que dirige el museo en el que Sierra va a exponer. Y, finalmente, las declaraciones de la ministra del Cultura:
    ‘En declaraciones a Radio Nacional de España recogidas por Europa Press, Sinde ha recordado que es «la primera vez» que sucede algo parecido con este galardón y ha precisado que la dotación del mismo se utilizará para comprar obras de artistas jóvenes, según ha propuesto la directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Ángeles Albert.
    «Respeto la decisión de Santiago Sierra y creo que es coherente conociendo su obra. Es razonable y comprensible que haga este gesto», insiste. Asimismo, respecto a que el artista haya expuesto en la Bienal de Venecia o imparta una conferencia en algún Instituto Cervantes, la ministra de Cultura cree que él ya ha explicado bien que en estos casos «percibe una remuneración por su trabajo» y lo considera «un equilibrio razonable». Finalmente ha señalado que no le da más importancia a este asunto y que un artista «se define también por lo que renuncia»‘.
    Así que todos contentos con «el No» de Sierra: jurado, ministra y Sierra. ¡Viva el arte contestatario!

  5. hablo de PLUSVALÍA, a ver si sabemos diferenciar el pago de un trabajo con el término PLUSVALÍA, del que tanto se le llena la boca a Don Santiago. Ah, a mi me parece bien que cada uno tome la posición que uno quiera, pero Don Santiago siempre habla en contra del sistema, que si no sé qué… bla bla bla mierda barata igual que la de los amigos de este blog…

  6. Estoy de acuerdo con que el texto de a_desk pretende reconducir la discusión y, nada sorpresivamente en vista de su línea editorial, parecen querer hacerlo desde presupuestos conservadores, acríticos, orgánicos y voluntariamente carentes de memoria.
    Afirmar, por muy coloquial que sea el fraseado, que lo de «ocupar» el arte, y «colocar a los amigos» es algo que sucede desde la llegada de la crisis ( digamos 2007 ) solo tiene sentido como afirmación electoralista o como pantalla de humo tras la que ocultar quién, desde mucho tiempo atrás, «ocupa» ciertos estamentos del arte y «coloca a sus amigos», algo sobre lo que los a_desk tienen mucho que callar.
    En resumen, un artículo que rezuma cinismo.

  7. RECAPITULACIONES::::
    1-El poder no es una institución, y no es una estructura, no es cierta potencia de la que algunos estarían dotados: es el nombre que se presta a una situación estratégica compleja en una sociedad dada. [M. Foucault].
    2-El lenguaje no es una herramienta inocua que nos permite comunicarnos con el mundo, sino un campo de operaciones del poder. [R. Barthes]. Es decir, el LENGUAJE es un campo de operaciones del poder.
    3-El poder funciona por medio del disimulo, se presenta como algo distinto de lo que es, de hecho, se presenta como un nombre. Es movimiento, es encadenamiento que se apoya en efectos y expresiones que intentan fijar convenciones a través de la NOMINACIÓN. [J. Butler].
    4-La NOMINACIÓN es el acto mediante el cual el poder nos constituye como SUJETOS en el mundo. Pero es también el modo en que somos sometidos ideológicamente por medio de una «representación» de la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia. [L. Althusser].
    5-La cultura {y en ella el arte} es ante todo un ámbito de producción de riqueza, aquel en el que se define el nuevo marco de las relaciones sociales, laborales y económicas en el mundo contemporáneo, constituyendo a su vez el horizonte de lucha y de emancipación de la nueva era. [J. Carrillo].
    6–Las transformaciones políticas y económicas que conocemos como globalización, han insertado el sistema de las artes y con él a toda una serie de instituciones públicas y privadas en un nuevo orden informacional: descrito como un orden marcado por la compresión, la rapidez y la discontinuidad que, con el paso de la narrativa y la pedagogía a la performatividad de la información y la comunicación pública, hace menos identificables las bases materiales del sistema de control y poder [S. Lash]. En este orden comunicacional el poder ejerce subjetivación sobre la identidad de los individuos, no tanto operando a través del control de la propiedad de los medios de producción como mediante el control de los bienes simbólicos y el capital intelectual, en beneficio de una cultura mediática. En este nuevo orden comunicacional, las obras, los actos perlocucionarios de los artistas, las instituciones y los dispositivos del sistema de las artes son inseparables del sistema general del poder. Todos los elementos de sus prácticas son reconducidos de modo inmanente en un ejercicio de instrumentalización hacia el dispositivo de las prácticas de legitimación cultural y de subjetivación social. Las clases sociales, las identidades individuales y colectivas y los proyectos de vida dependen cada vez más, no tanto, de su localización en el sistema de producción, como de la circulación informacional y del acceso de los individuos al las redes de conocimiento de los bienes simbólicos. Es en este dispositivo [Foucault] donde los actos ilocucionarios [Austin] del tipo del NO al premio de las Artes emitido por Santiago Sierra adquieren una capacidad de agencia política irreductible a los modos de instrumentalización política tradicionales, dejando al descubierto el ejercicio de poder pretendido por la institución emisora del premio. [mío].

  8. Para resumir: que Sierra haga lo que le venga en gana que a nadie le importa. No busquéis ejemplaridad, ni revolución: es otra cosa. Y a anónimo el Plusvalías, le diré que se le ve el pelo de la dehesa

  9. No se que otra cosa más que ejemplaridad en primera instancia, significa la renuncia a 30.000 euros del ala. Un acto que quisiéramos ver más a menudo en respuesta al intento de integración al sistema de un hombre justo, (una especie en extinción). La integración a un sistema que engulle a replicantes, para su readoctrinamiento y posterior utilización en sus maquiavélicos planes de injusticia y desigualdad. La renuncia del compañero Sierra va mucho más allá de esa cuantía económica y de las envidias que suscita. Ya que significa el primer paso visible de un justo en el país de los traidores a la ideología y a la verdad. Un acto que nos servirá de referencia a aquellos que todavía soñamos con un mundo mejor, antes de que la codicia y la insolidaridad se adueñara de casi todo. Desde esa perspectiva debemos apreciar el hecho, desde la renuncia a ser engullido por la voraz máquina del Estado por la que la mayoría desea ser deglutido, para poder llevar a cabo su mediocre vida de involución y retraso cultural.
    Si por otro lado este hecho repercute positivamente en la obra de Sierra, faltaría más, no seamos quisquillosos, merecido lo tiene.

  10. Decir «no» no es un acto ilocucionario, precisamente.Y quien identifica «lenguaje» y «poder», más vale que guarde silencio. La frase de Foucault sí que es maniquea, como decir que el poder es un simple nombre. Déjate de nominalismos que la cosa está en un orden ético, como corresponde a uno que elige aceptar un premio si le viene en gana. Ni agencias políticas ni nada. Aceptarlo, ¿hubiera cambiado en algo? No nos importa, es una cuestión que sólo le atañe a SS. Sólo falta Sartre, un poco de Negri o el lumbreras de Jameson: centones.

  11. Recapitular es decir que sólo el minúsculo grupo de la ingenuidad antisistema, inofensiva y subvencionada, ha encontrado ese gesto magnífico. La ministra lo ha tomado como una puerilidad y hasta la locutora de turno de la radio nacional le sacaba las contradicciones a Sierra. Sinceramente creo que Santiago sale mal parado de este cuita.

  12. Ni Diagonal, ni Rebelión, ni Kaos en la Red, tienen ni idea del trabajo que hace SS, esta gente lo que han visto en él es un cabecilla que ha dicho lo que quieren oír, pero no saben que en su trabajo putea y maltrata a las personas, al igual que el sistema denunciado, ósea que de coherencia, nada de nada.

  13. Perdone usted señor anónimo. Soy Carlos G. de Castro, el autor de la carta a Sierra en Diagonal. Por cierto sacamos otro artículo sobre el tema en el número 138. Y sí que conozco el trabajo de Santiago Sierra. Lo que defendemos es llevar el debate al terreno político y no a análisis personalistas – e interesados – sobre la figura de Santiago Sierra. Le aseguro que mi periódico es un periódico serio, así que le pediría por favor que antes de acusar de ignorancia a determinados medios se informe usted un poco sobre ellos.
    Un saludo.

  14. Para majete, anónimo etc: Acto ilocucionario es aquel que hace lo que dice, es decir, NO AL PREMIO es tan ilocucionario como cuando un juez dice «yo te condeno» y si queréis probáis a ver si el lenguaje tiene que ver con el poder o no.
    Mediante el escondrijo del anonimato, acaso ni siquiera sois sujetos políticos puesto que renunciáis a ser nominados, pero eso le va muy bien al sistema para dominar a la multitud entre la que se esconden los mediocres. Vuestra ignorancia os conduce al retruécano y a la tergiversación interesada e irrespetuosa, demostrando que sois incapaces de leer dos lineas seguidas con el sentido que su autor les haya dado. Es evidente que para vosotros Santiago Sierra (y los que aquí debatimos identificándonos y enunciando el lugar desde el que emitimos discursos) puede hacer cualquier cosa, que siempre tendréis posibilidades de sospechar lo peor. Y para terminar, es mucho más fácil torpedear el debate acogiéndose a la práctica de la autarquía que seguirlo con argumentaciones coherentes, por muy peregrinas que éstas sean. Por eso el poder es constantemente ejercido por una pequeña parte de la sociedad, dispuesta a usufructuar lo que la gran mayoría abandona por ignorancia o vaguería. Pero no vayáis a creer que estáis fuera… quizá formáis parte del departamento y del club de amiguetes de la ministra…. Al menos hacéis tanto daño como ella.

  15. me parece muy bien que se le de bombo al rechazo del premio de SS desde el punto de vista político, pero eso es una contradicción, por eso reitero que o no conoces el trabajo que hace SS o lo que os pone es que se denuncie con las mismas armas que atacan, la verdad es que me parece una postura muy cínica.Hay otras plataformas mucho más efectivas como por ejemplo el periódico Diagonal para denunciar estas cosas. Me cabreo porque soy lector del Diagonal desde hace mucho tiempo y me parece que estáis cayendo en la misma trampa que muchos que van de antisistema con millones en los bancos.
    Hay mucha gente jugandose la vida por esta causa y el SS me parece un pringao burgués con aires de profeta.
    SS saca tu dinero de los bancos suizos, deja de esclavizar y empezaremos a creer en algo de lo que haces.

  16. Anónimo, creo que estamos mezclando debates. A lo que te refieres se puede discutir. Santiago Sierra en su trabajo reproduce la lógica del sistema explotador, por supuesto, se podría hablar sobre si es o no ético y útil hacer esto. Pero ese es otro debate.
    A mi lo que me interesa, y es lo que se ha publicado en Diagonal. Es que el rechazo al premio pone de manifiesto una serie de contradicciones propias del sistema. Lo que nos interesaba es ver que puede aportar este hecho al debate político, sin entrar a valorar la figura de Sierra. Ten en cuenta, que quienes más han criticado a Sierra es precisamente los sectores más reaccionarios del mundo del arte. Qué entienden que este en un debate separado, que una cosa es el debate en torno al arte y otra cosa es la política. Algunos plantean que la política ya ni siquiera existe.
    Repito, el debate que se quiere plantear en Diagonal no es un debate sobre la figura de Sierra, ni se plantea a este como un héroe. El debate es entorno a un hecho que hace visible grietas en el sistema y creo, lo digo sinceramente, que esas grietas se pueden aprovechar. Te invito a que leas el artículo que sacamos en el próximo número y compartas tu opinión.
    Por otra parte, si que me a molestado que tacharas de ignorante a los medios que has nombrado, te aseguro que la gente que escribe sabe lo que hace, tanto en el caso de Diagonal como en el de los compañeros de Rebelión o Kaos en la Red.
    De todas formas si entiendes la postura como cínica estás en tu derecho.
    Un saludo.

  17. me parece muy bien lo que dices carlos, pero el que ha mezclado los debates es SS dándole a su renuncia un carácter publicitario, introduciendo en su carta el NO global tour, él es el primero en hacer de una renuncia muy respetable un instrumento de marketing, simplemente con esa ultima frase de su carta se le ve el plumero y la caga.

  18. Si no se le da ese caracter publicitario no estariamos ddebatiendo de ello y consecuentemente las reflexiones que planteas Carlos no se podrían dar. Lo que dices es un sinsentido.

  19. Carlos (de diagonal) me gustaría saber qué es eso de ser serio, lo mismo decía Santiago en su carta, qué pensáis que los demás somos cómicos, vamos de chiste o simplemente es que aparecéis muy enfadados para que se os crea más. Sinceramente a mí sois los que más risa me dais: Impostura y afectación igual a caricatura.

  20. En mi opinión lo más útil es centrar el debate en la crítica al uso que del arte hace la institución y en la crítica que apoya la separación arte / sociedad, intentando quitar todo matiz político al asunto.
    Si es necesario, se podría en otro momento debatir sobre la figura de Sierra, pero esas cuestiones en este momento concreto lo que hacen es confundir las cosas y terminar en el amarillismo con un tema que puede ser bastante cañero políticamente.

  21. Perdona Carlos, pero precisamente mi comentario va por ese lado, la descalificación es la tuya y la de santiago al decir que «Yo soy un artista serio» o «nosotros somos un periódico sero» con ello estás descalificando al resto impostando la voz y autocalificándoos, tu seriedad habrá de venir precisamente por tus argumento y no por tus autocalificaciones. Ese «soy serio» es lo mismo que lo que pretendes hurtando partes del debate proponiendo centrarlo sin estudiar el caso de sierra que evidentemente es el objeto principal. Considero que lo verdaderamente serio es la falta de seriedad de santiago, que se manifiesta en sus contradicciones que han quedado al desnudo, por eso recalco que tú también te plantes con lo de serio, no se sienta cátedra con lo que uno dice de sí que es…

  22. Bruno:
    Si tus afirmaciones no son movidas por el hastío o el afán de discutir de forma circular, sino por una verdadera preocupación, no me gustaría ser testigo del estremecedor mundo de pesadilla que entonces parecerías habitar, un universo hostil en el que todos hablan siempre de ti, y todo aquello que dicen es un ataque que pretende descalificarte.
    Que un funcionario de correos afirme «yo soy un bípedo» no quiere decir que todos los demás funcionarios caminen a cuatro patas.
    Espero que la base de tu irritación no consista en la creencia de que la gente, al autodefinirse, está substrayéndote la potestad de decidir qué es cada uno o cual es tu juicio sobre cada cual.

  23. Pero vamos a ver Bruno, tú lo mentes todo en el mismo saco y te quedas bien a gusto ¿no? El periodista de diagonal ha dicho que su periódico es serio porque un anónimo le había llamado ignorante. A mi tampoco me entusiamó la carta de Sierra, pero cojones, que el de diagonal no tiene nada que ver con el artista…

  24. Seamos serios: Hagamos un chiste con todo esto(pura metodología):Yo soy un chico de barrio que ha estudiado bellas artes y un día veo un documental de las mujeres en ciudad juárez y acuerdo con el director del museo coconut que, para dar visibilidad y concienciar de tal drama a la sociedad, que en lugar de ver estos documentales ve telecinco, voy a violar a dos mujeres en sus salas. Aunque a mucha gente le parezca repugnante yo me siento con una estatura moral considerable que los gobiernos quieren robarme.

  25. Un señor que conocí,me dijo que uno de sus negocios en internet, estaba relacionado con la lotería, es decir por cada billete de lotería comprado por internet, a el le tocaba una comisión, minúscula, pero dada la cantidad de compras, la ganancia se convertía en inmensa.
    Lo que estamos haciendo con todo esto, es hacerle ganar dinero al tal SS, que menuda abreviatura.

  26. ¿por qué creéis que santiago sierra llega a ser premiado inesperadamente con el nacional: Solamente porque el artista puede dar estatura moral al estado o porque existen fisuras, tal vez cierto sadismo en su obra que de alguna forma inconsciente les certifica la posibilidad de lo existente?

  27. Bruno. Has sintetizado perfectamente el «asunto Sierra» con esa frase: «¿No queda más legitimado el estado al ser capaz de premiar a alguien capaz de rechazar el premio?»
    Añado una frase de Peio Aguirre: «El gran problema de la llamada “Crítica Institucional” estriba en su capacidad para ser absorbido por los propios mecanismos que le permiten operar y enunciar».
    En fin, este debate ya no da mucho más de sí…

  28. Sí, Iñaki, lo asombroso es la candidez con la que la supuesta comunidad artística acoge estos gestos anticuados. Hoy hemos tenido una prueba de cómo han variado las situaciones: un sindicato profesional colapsa un estado. En un ecosistema de tal ingeniería Santiago Sierra es un artista de paleta y boina.

  29. a angélica liddell (dramaturga, actriz y directora) se la follaron por delante y por detrás por aceptar el carísimo premio de teatro «valle inclán». precisamente por aceptarlo… y si lo hubiera rechazado igual… cuando te dan un premio estás jodido. lo aceptes o lo desaceptes. pero desaceptarlo es mucho más bonito… y el arte es estética después de todo.

  30. Esta claro que el tal Bruno encaja perfectamente en esta web, por su alineamiento con una de las directrices que encabezan este sitio: demagogia.
    Lo primero que le preguntaria es si tiene una idea minima de que va el conflicto de los controladores. Y que si al él le gusta jalear organizaciones de extrema derecha pues adelante, pero mezclar churras con merinas de esta manera solo demuestra su categoría de estafador intelectual.

  31. En fin, a pesar de seguir el debate en la distancia, estas cuestiones estan resultado bastante divertidas.
    ¡Que nos quiten lo bailao!
    Y nosotros a la fiestuqui…a pensar en las pipas de ai wei wei.

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