Víctima. Parlamento Vasco. Un proyecto de Democracia.

Víctima es una escultura de Democracia realizada en oro que representa una manta térmica cubriendo un cuerpo. Está instalada en el hall del Parlamento Vasco.
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12 responses to “Víctima. Parlamento Vasco. Un proyecto de Democracia.

  1. No es que en este caso la obviedad sea hiriente (ni el naturalismo digno de Antonio López), sino la falta de perspectiva política. Victimas de quién? qué es una victima? de qué lado se es más víctima? cuántas victimas tienes tú? y yo?. De verdad los artistas han caído en este juego?…
    Pero este grupo no se llamaba democracia????

  2. Lo del realismo como argumento negativo creo que ya esta fuera de cualquier discusión seria. Por otro lado señalaria la potencia de colocar una victima de oro en el centro político nacional del marketing del victimismo.

  3. El naturalismo tal como se muestra aquí y con un tema como el que trata se convierte en todo un argumento. Ese es el problema. Sobre lo que comenta Paco a cerca del marketing del victimismo: vuelve a ser un problema que haya victimas de oro, de plata y de bronce. Es es otro problema y lo es más grave todavía porque se apoya en el naturalismo. De todos modos, lo peor del caso no es el formalismo porque el que se opta en la pieza, sino el juego que permite hacer distinción entre las victimas y el tratamiento de la idea de víctima que se engorda desde este tipo de propuestas gubernamentales.
    Democracía? Si el nombre del grupo ya era poco afortunado, esta pieza lo convierte definitivamente en «víctima de sí mismo»

  4. A Jokin
    Adorno: «El logro estético podría definirse como la capacidad de producir algún tipo de escalofrío, como si la piel de gallina fuese la primera imagen estética»

  5. Por lo visto, y a tenor de los comentarios vertidos aquí, poco se ha entendido de la verdadera dimensión de la operación articulada por el Colectivo Democracia en el contexto de los últimos, y cada vez más frecuentes, actos de homenaje a las victimas de ETA por iniciativa del Gobierno Vasco. Intentaré aclarar algunos asuntos que se han planteado en las siguientes reflexiones:
    Fomentar la ilusión en el público, en términos benjaminianos, de encontrase frente a un muerto mediante el recurso del naturalismo no es sino un instrumento para generar una situación. Efectivamente, el uso del naturalismo, con el fin de suscitar la solidaridad o extrañeza del observador, aplana de forma clara y maniquea la problemática acerca de los conflictos que producen victimas. No obstante, el naturalismo que encontramos en la pieza de Democracia es puramente instrumental. Creo que lo que constituye verdaderamente la intervención de este colectivo es la construcción de una situación, altamente eficaz y que encuentra su momento en la inauguración de este monumento, de problematización de estos actos de legitimación política. Tan sólo hay que observar la escena recogida por la fotografía que se muestra en esta entrada. Enfrentar a la clase política a un objeto decididamente incomodo por su carácter reduccionista obliga a el uso del naturalismo como medio de ruptura del discurso simbólico conciliador propio de este tipo de iniciativas.
    Por otro lado, el objeto, insisto en su carácter instrumental debido a la insistencia de los comentarios centrados la naturaleza del mismo, no deja de ser absolutamente ambiguo en el contexto contemporáneo donde todos y todas nos declaramos víctimas. En el ámbito de la victimización generalizada mostrar la más absoluta superficialidad de la imagen del muerto, absolutamente reificado, nos plantea el problema de la desaparición de la victima. El objeto muestra una manta térmica que es moldeada por un vacío que mediante la ilusión del naturalismo realza las condiciones epidérmicas del fenómeno social de la victimización y de su explotación. La victima, o más bien la falsa victima que explota la condición, se muestra como estatuto deseable.

  6. ¡Vaya! resulta sorprendente que aquellos que invocan la conciencia política realicen comentarios en lo relativo al arte desde las posturas más beligerantes de la autonomía adorniana. Por otro lado, lo que resulta verdaderamente demagógico es acusar de demagogia sin, ni tan siquiera, fundamentar las opiniones, muy en la línea demoliberal.

  7. Hay un plano de significado que me ha parecido ver y que no se ha comentado. El colectivo responsable de la pieza escogió su nombre no solo como una denominación, sino como parte activa de cada uno de sus trabajos, porque es imposible obviar un nombre tan explícito.
    Es un juego semántico claro, «‘El cadaver’, de ‘Democracia'» pasa a ser «El cadaver de la democracia», lo que toma especial sentido si se trata de una pieza que se encuentra en un organismo oficial, y se utiliza la palabra víctima. Para mi es claro que están planteando la muerte del concepto democrático a manos de las instituciones que gestionan la democracia. Invitan a la reflexión sobre lo contradictorio del concepto «Democracia» frente al concepto «Gestor de la democracia», que es casi un eufemismo de tirano. Lo efímero del concepto de democracia, que inevitablemente se disuelve cuando se pone en práctica.
    A mi me parece una instalación fantástica, una escultura en relación con su entorno. La única postura coherente para un artista hoy es no renunciar ni a las posibilidades expresivas de las artes «tradicionales» ni a las de las modernas. La escultura contextualizada me parece un uso hábil de los recursos a su alcance, sin dejarse cegar por snobismos. Y la escultura tiene un sentido profundo y rico.

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